Sabemos que las prácticas de institución a institución varían, no es raro que en este tipo de pacientes lo usual o común sea que una vez ingresen al servicio se ordene obtener (canalizar) un acceso venoso y ordenar cristaloides, esto en parte para algunos, con el objetivo de ocasionar un efecto dilucional del alcohol ingerido y por consiguiente lograr una recuperación más rápida del paciente en estado de embriaguez, lo que generará un mejor flujo en los servicios de urgencias.
¿Pero solo hasta el 2013 se publicó algo respecto a está situación? La respuesta es NO, previamente ya se había indagado al respecto, más específicamente en los años 90’s; lo que sucedió es que los resultados no fueron muy alentadores…